Semana del libro. Las aventuras de Andrés.
Érase una vez un niño llamado Andrés al que le gustaba mucho volar. Un día al ver el calendario, dijo:
-¡Ostras!
Tenía una cita con el psiquiatra, fue al pasar un rato.
Dijo el psiquiatra que le tenía que hacer un escáner.
Andrés como tenía que hacerle eso, fue sigilosamente con su yayo. Tenía que echar una partida de pocker.
El trabajo de Andrés era ser malabarista, su traje favorito era el purpura.
Andrés dejó de volar porque tenía un bebé.
La comida favorita de Andrés era el escabeche.
Andrés ultimaba mucho con su mujer, María José, a donde iban de vacaciones con su bebé y mojarlo en la orilla. Para ello le tenían que quitar el pañal.
Created by: Andrés Ortega Rodríguez.
Semana del libro. Lara y su karaoke.
Había una vez una niña con un pelo medio castaño y medio rubio, lo tenía largo. Se llamaba Lara, tenía doce años. Sus padres eran multimillonarios. Lara tenía un karaoke muy chulo, con luces de colores y siempre les decía a sus padres comentarios sobre lo mucho que le gustaba. Un día se rompió, aunque no se le habían acabado las pilas, por eso Lara fue a poner una reclamación. Cuando iba a la oficina a entregarla habían una gran tormenta, y como su limusina estaba averiada, se fue andando con un paraguas. El paraguas estaba muy bien blindado, era llamativo y visible. La hicieron esperar un poco para entrar. Al entrar en la sala (que por cierto estaba decorada con un botijo y un plano muy raro de un mono ciclo) había una señora vestida con ropa muy formal y con una niña (creo que era su hija) que por lo visto ese día no había ido a la escuela. La señora tenía una verruga en la nariz, parecía una bruja, y la niña se estaba se estaba comiendo una torta de chocolate. Lara le dio la reclamación a la señora y ella a cambio le dio unas pilas muy pequeñas. Medían casa diez milímetros. A Lara le dio un espasmo al ver que en la caja de las pilas había dibujado los que más miedo le daba...¡UN PAYASO! Al llegar a su casa, Lara le cambió las pilas al karaoke y pudo seguir cantando.
Esperanza Alcalá Sánchez. 3ºB
Semana del libro. Un día largo.
Un día otoñal Nacho fue en avión a ver a Papá pero cuando vimos a papá estaba jugando al traga perras cuando termino le hicieron unas preguntas . Luego se fue a navegar al mar, a la guerra pero le pillaron y tenían que acertar un jeroglífico y se le ocurrió llamar a su tío luis que era fiscal y sabia mucho del tema. Su tío le dijo la solución al enigma:"Si quieres salvar a tu padre del famoso prominente enemigo tiene que hacer feliz al líder enemigo"
Nacho logro rescatar a su padre y vivieron felices y comieron perdices.
Nacho Peinado 3ºB
Semana del libro. Puf el niño rico
Había una vez un niño que tenía de todo hasta tenía una limusina de juguete. El niño se llamaba Puf Martínez Alcalá. Puf no dejaba de quejarse y por noche vieja le regalaron un cohete y un bronceado. El niño como siempre empezó a quejarse . Entonces fue a su cuarto y se empequeñeció y entró en el cohete y empezó a husmear. De pronto el cohete despegó en un abrir y cerrar de ojos , su ropa se había convertido en harapos.Cuando quiso darse cuenta estaba en la luna. Cuando se bajó dio un paso doble y vio una oveja. Al volver a casa se dio cuenta de lo especial que era ese cohete.
Lucía Aznar Rodríguez 3ºB
Semana del libro. La vida de Manolo
Erase una vez un niño llamado Manolo que su madre se quedó viuda muy joven, por eso se tuvieron que mudar a casa de se abuela que vivía en un pueblo donde había muchos Monolitos. Su sueño era tocar la batería de mayor. Tenía una batería pero se le había perdido un palillo. Un día hubo un rayo pero por suerte el pararrayos lo paró. Manolo era un poco cagueta y por eso tiró un vaso de agua y mojó la partitura. A la mañana siguiente Manolo escuchó cantar a los pájaros por su ventana, se asomó por la ventana y vio una moneda de níquel y un cartel que anunciaba el teatro de un ventrílocuo después del teatro fueron a un bar , Manolito se pidió jamón con melón. Al volver a su coche alguien había saboteado la matrícula del coche , por suerte su madre la colocó.Después fue con su barco navegable azul al lago y al terminar secó su barco y se fue a su casa.
Víctor Sánchez Ruíz 3ºB
Semana del libro.La niña caprichosa
Erase una vez, una niña, que tenía mucho dinero.Esa niña era muy caprichosa y un día dijo a sus padres que quería ver a Don Quijote y Sancho Panza. Sus padres no podían traerlos pues no existían, solo en los libros. Al día siguiente llegó un señor extraño con tupé y aliento mentolado.La niña no lo vio solo los padres, y en seguida tuvieron una idea.
-Señor, le pagaremos mucho si se viste de Don Quijote y va con nuestra hija.
El señor asintió.
-Pero necesitas buscarte un compañero que se disfrace de Sancho Panza.
-Muy bien pero quiero 100 monedas de oro.
-Así será.
El señor de aliento mentolado, feliz de haber conseguido todo ese dinero fuera. Se buscará su compañero. Buscó y buscó y por fin encontró a un hombre dispuesto. Volvió a la casa donde le darían el dinero y ya disfrazados subieron al cuarto de la niña pero la niña no estaba, se había escapado.
Era invierno y la escarcha lo cubrió todo, no podía salir a buscarla.Los padres mandaron a algunas personas que tenían a su disposición en busca de la niña y la encontraron en la biblioteca intentando coger una enciclopedia de una estantería. Al lado de esa enciclopedia había un libro del yayo de don Quijote, aunque no parecía ser de mucho interés trataba de que navegaba un barco poco navegable, pero lo navegaba .
La niña ya no quería ver a Don Quijote. Quería irse de excursión
-Necesito un montón de cosas- dijo la niña-Botijo, linterna, saco de dormir...
Paula López 4ºB
Semana del libro. El sueño
Erase una vez un señor llamado Don Quijote y su fiel compañero Sancho Panza. Un día tuvieron un sueño en el que salía un gran ejército de lentejas y llevaban un lápiz de espada también salió una bruja buena con una horrible verruga en la nariz nunca podrá olvidar aquello y no podría vivir con aquella bruja.
Por la mañana comieron unas ricas tortas saludables que se toman usualmente en el desayuno. Oyeron un ruido, pero como solamente era su perro pues lo dejaron seguir.
Claudia Medino Jimenez 4ºB
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