“Aprender la belleza de la vida es difícil: hay que caminar por la senda del arte, pero sin abandonar la de la ciencia. La ciencia, y sobre todo sus resultados, encierra un tesoro de belleza, y cuando nosotros seamos denominados «los antiguos» por venideras generaciones tal vez estas nos consideren unos hombres felices, unos semidioses que tuvieron la dicha de contemplar sus prodigios.”
Francisco Ayala, Tragicomedia de un hombre sin espíritu (1925) |