Había una vez un niño que tenía de todo hasta tenía una limusina de juguete. El niño se llamaba Puf Martínez Alcalá. Puf no dejaba de quejarse y por noche vieja le regalaron un cohete y un bronceado. El niño como siempre empezó a quejarse . Entonces fue a su cuarto y se empequeñeció y entró en el cohete y empezó a husmear. De pronto el cohete despegó en un abrir y cerrar de ojos , su ropa se había convertido en harapos.Cuando quiso darse cuenta estaba en la luna. Cuando se bajó dio un paso doble y vio una oveja. Al volver a casa se dio cuenta de lo especial que era ese cohete.
Lucía Aznar Rodríguez 3ºB
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